No existe la casualidad, hay que estar ahí

jueves, 3 de mayo de 2012

Por ella los colmillos

¿No odiáis cuando algo que sentís que os pertenece, que apreciáis con el fondo de vuestro ser, que forma parte de la piel de vuestra alma y que os encanta está en peligro?¿Cuándo algo o alguien amenaza con quitártelo o simplemente tocarlo?¿Cuándo tu mente te horroriza con las imágenes del "Que hubiera pasado si..."?¿No lo odiáis?
Sin embargo lo peor no es eso. Lo peor es el no poder hacer nada, la impotencia.
Pero eso tiene remedio. En estos casos puede que el instinto sea lo más adecuado para contrarrestarlo, plantarle cara de una vez, enseñar los colmillos, hacerle frente con todas las consecuencias; las buenas y las malas.
Porque no tengo miedo a proteger lo que es mio, y no hablo de lo material, porque si hace falta me dejaré la sangre por ello, por ella.



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