No existe la casualidad, hay que estar ahí

martes, 31 de marzo de 2015

Microcuento

“Aunque era consciente del magnetismo que existía entre ellos, ella se empeñaba en afirmar que su corazón era de hierro. Aquella magia invisible los atraía al centro de un vórtice del que no sabían que encontrarían una vez dentro. Era una fuerza que podían sentir, pensar e incluso recordar. Les transportaba al pasado de manera brusca, y les provocaba mareos en el corazón. Por desgracia no era la única fuerza a la que se veían sometidos y por tanto, la resultante de la suma de todas ellas no alcanzaba la dirección que en ferviente secreto sus dos corazones deseaban que aquello tomase. De esa manera se creaba un movimiento oscilante que, de manera periódica, les acercaba y separaba del centro del vórtice. Él, instruido en materia de las ciencias sabía que muchas variables construían aquella delicada situación, pese a que desconocía lo que ella pensaba. Lo que ella sentía solo podía leerse en un pergamino hecho con fibras de corazón que guardaba cuidadosamente en el búnker de hierro situado en la parte izquierda de su pecho.”

-Microcuento

jueves, 8 de enero de 2015

08.01.2015

Hace tan solo unos pocos días me encontraba pensando como de costumbre en mis cosas, reflexionando de manera inocente, sin más propósito que ordenar un poco más las cosas, cuando como recolocas los libros de tu estantería siguiendo un patrón distinto al anterior con el fin de llegar antes a aquello que pudieses necesitar. El caso es que se me ocurrió algo que me ayudó a comprender un poquito más las cosas. Se trata de una comparación entre el amor y la amistad. Es un ejemplo sumamente plástico. Imagina una esfera. El objeto supuestamente perfecto, al igual que el amor. Piensa ahora en una amistad sincera, extensa e infinita, como si de un folio se tratase. Tenemos pues la amistad como un objeto plano y extenso, mientras que el amor está representado por una esfera, limitada pero perfecta. Y bien ¿qué es más difícil? Desdoblar la esfera o darle a un papel plano la forma más perfecta que el ser humano puede imaginar. Es tan solo una idea, un concepto, una reflexión momentánea. No quiere decir nada. O quizá si ¿Quién sabe?
La vida da muchas vueltas.